Rabanito



El conejo Rabanito,
más blanquito que la nieve,
tiene orejas tan, tan largas
que en el cielo se le pierden;
y del hocico escapan
sus dos blanquísimos dientes;
los ojitos colorados
se cierran cuando se duerme.
Miren qué contento va
saltando por prados verdes.

                      María Graciela Kebani

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